Preparación del entorno de desarrollo para aplicaciones Android

Para desarrollar aplicaciones Android conocer la arquitectura del sistema operativo es más importante de lo que pueda pensar más de uno. Pero, si nos queremos meter en faena de verdad, lo primero que necesitamos es un entorno de desarrollo. Y el objetivo de este post es precisamente ese: explicar detalladamente los pasos necesarios para construir nuestro entorno de desarrollo de aplicaciones Android.

El entorno se puede montar tanto en Windows como en Linux. Los requisitos para cada sistema operativo se pueden consultar en la web de Android. Aquí utilizaremos la máquina virtual Ubuntu que hemos creado y configurado en posts anteriores, aunque el proceso es prácticamente idéntico en otros sistemas operativos.

El proceso consta de los siguientes pasos:

• Instalar JDK: kit de desarrollo de Java.
• Instalar Eclipse: herramientas para desarrollar software.
• Instalar el SDK de Android: kit de desarrollo de aplicaciones Android.
• Instalar el plugin ADT para Eclipse: para poder desarrollar aplicaciones Android utilizando Eclipse.
• Agregar plataformas y componentes al SDK: descarga del resto de componentes necesarios para desarrollar aplicaciones.

Quizás sea el momento de preparar una buena taza de café o de que busques una lata de tu refresco favorito, porque esto nos va a llevar un buen rato. Lo bueno es que la mayor parte del proceso sólo tendremos que hacerlo una vez. Actualizar el entorno una vez puesto en marcha es algo más sencillo.

¿Estamos listos para empezar? ¿Sí? Pues, adelante…

Instalar Dropbox en Linux

Dropbox es una web que proporciona almacenamiento en Internet (o en la nube, como se dice ahora). A diferencia de otros servicios de almacenamiento online, como Megaupload o 4shared, Dropbox funciona como si tuviéramos un pequeño disco duro en Internet, permitiéndonos organizar los archivos en carpetas y borrarlos o actualizarlos las veces que queramos. No obstante, no tenemos que ver Dropbox como una forma de ampliar la capacidad de almacenamiento de nuestra máquinas utilizando espacio en Internet, sino como una forma de tener nuestros archivos disponibles desde cualquier sitio. De hecho, la cantidad de almacenamiento que nos proporciona Dropbox (incluso pagando) es bastante pequeña en comparación con los discos duros de hoy en día.

Sin extenderme excesivamente, pues no es el objetivo de este post, me gustaría enumerar algunas de las características de Dropbox que lo diferencian de otros servicios de almacenamiento en la nube:

• Software de sincronización: Dropbox dispone de un software propio (disponible para casi todas las plataformas) que permite mantener sincronizadas una o más carpetas de tu disco duro local con tu almacenamiento en la nube. Si copias un archivo a esta carpeta, el software de Dropbox lo subirá automáticamente a Internet. Si desde la web de Dropbox añades o borras un archivo, el software hará lo mismo con la copia local. Lo bueno es que puedes instalar el software en varias máquinas (por ejemplo, en casa y en el trabajo), y cada archivo que copies en una de ellas lo tendrás automáticamente en la otra.
• Carpetas compartidas: puedes compartir carpetas con otros usuarios de Dropbox. Así, si copias un archivo a una carpeta compartida, todos los que tengan acceso a ella lo recibirán automáticamente al sincronizar.
• Compartir archivos: Dropbox proporciona una carpeta pública cuyos archivos pueden ser accedidos por cualquiera. Simplemente copias ahí el archivo, obtienes una URL y se la pasas a quien quieras o la publicas en un blog o foro. Quien descargue el archivo lo hará como con cualquier otro archivo que está en Internet. Ni siquiera necesita tener cuenta en Dropbox.
• Galerías de imágenes: dispones de una carpeta específica para subir fotografías. Desde la web de Dropbox se pueden ver las fotografías de esa carpeta en forma de galería. También puedes compartir la galería con tus amigos (o con tus enemigos ;-)).
• Copias de seguridad: Dropbox se puede utilizar para guardar una copia de seguridad de tus archivos más importantes. No sólo la web hace copias regulares de tus archivos para garantizarte que nunca vas a perderlos, sino que te permite recuperar versiones anteriores de archivos que hayas modificado.

Es un servicio con montones de posibilidades. De forma gratuita te proporcionan 2GB de espacio, que puedes aumentar recomendando el servicio a otras personas hasta unos 8GB. Luego, tienes la opción de comprar más espacio a base de cuotas anuales (hasta 100GB). Si quieres hacerte una cuenta, utiliza este enlace. Así, le proporcionarás más espacio de almacenamiento a este blog. Muchas gracias 😉

Los usos que se le pueden dar a Dropbox son prácticamente ilimitados. Es posible que más adelante publique otros posts detallando alguna de las funcionalidades que he enumerado aquí, u otros usos que ni siquiera he mencionado. Pero creo que como introducción a Dropbox lo que he explicado es más que suficiente y ya va siendo hora de que me centre en el tema que da título al post: la instalación del software de Dropbox en Linux.

Instalación de Ubuntu

Ubuntu es una de las distribuciones de Linux que más se utilizan en la actualidad y que destaca por su facilidad de uso e instalación. Incluye las herramientas necesarias para realizar las tareas que se realizan comúnmente con un sistema operativo (navegación web, ofimática, etc) además de acceso a un enorme repositorio con miles de aplicaciones listas para instalar. Y, lo mejor de todo, es totalmente gratuito.

Se publican versiones nuevas de Ubuntu cada 6 meses. La última disponible es la 10.04, llamada Lucid Lynx. La numeración de las versiones hace referencia a la fecha en que son publicadas. Lucid Lynx se publicó en abril de 2010. La próxima versión saldrá en octubre y será la 10.10 (Maverick Meercat).

Este post está orientado a personas con poca o nula experiencia en Linux. Si ya has instalado Linux alguna vez, es posible que lo que voy a explicar aquí no te sirva para nada. Pero si nunca has instalado Linux, verás que la instalación de Ubuntu es sumamente sencilla y en pocos minutos podrás disfrutar de un sistema operativo diferente al Windows que seguramente utilizarás a diario, pero con el que puedes hacer las mismas cosas.

Voy a hacer la instalación sobre una máquina virtual creada con VirtualBox sin ningún otro sistema operativo instalado, pero el proceso sería el mismo si la máquina fuera real. Esta no es la única forma de instalación. Ubuntu se puede instalar como segundo sistema operativo en una máquina que ya tenga otro (Windows, por ejemplo), se puede instalar como “aplicación” Windows, de forma que se arranque desde este último o incluso se puede usar el disco de instalación como Live CD para probarlo sin necesidad de instalarlo.

La instalación en una máquina virtual tiene la ventaja de que es independiente de lo que tengas instalado en la máquina real y permite iniciarlo y cerrarlo cuando quieras, de forma bastante cómoda. Por otro lado, el rendimiento en una máquina virtual siempre será menor que en una máquina real, por lo que si se va a utilizar Ubuntu a diario es más recomendable instalarlo sobre la máquina real (aunque sea como segundo sistema operativo).

Lo primero que tenemos que hacer es descargar la última versión desde la página oficial de Ubuntu. Podemos bajarla directamente o mediante BitTorrent.

Lo que nos hemos descargado es una imagen de CD. Si vamos a instalar Ubuntu en una máquina real, tendremos que grabarla en un DVD o en una llave USB (en la página de Ubuntu hay instrucciones para hacerlo). Para instalarlo en una máquina VirtualBox sólo tenemos que asociar la imagen, como ya vimos en un post anterior. Una vez hecho, sólo hay que arrancar la máquina para que comience la instalación.